Se cortan en trocitos pequeños el puerro y la cebolla.
Se fríen.
Se extienden las obleas y se pone encima un tranchete, yo pongo medio porque si no sabe mucho a queso, y encima un poco de la mezcla de puerro y cebolla.
Se dobla la empanadilla y se fríen en aceite muy caliente.
Que relleno tan rico, nunca se me hubiese ocurrido y eso que me encantan los puerros.
ResponderEliminarun beso
A mi tampoco no se me hubiera ocurrido nunca hacer unas empanadillas de puerros. Tomo nota.
ResponderEliminarBesos guapa